Lugares secretos de Roma

Jon Garcia

by Jon Garcia Matos

Hace un par de años que tuve la enorme suerte de poder disfrutar de una beca Erasmus en Roma, una ciudad maravillosa que pude recorrer tranquilamente porque, ya se sabe, eso del Erasmus deja mucho tiempo libre… 

Quizás quien no haya estado nunca en Roma no se imagine lo caótica que puede llegar a ser, por eso mi primera recomendación es llevar un buen calzado y prepararse para caminar, sin duda la mejor opción. No solamente por el tráfico y el caos, sencillamente porque una de las cosas que más me gustó de Roma fue pasear por sus calles, descubrir lugares escondidos que la gente normalmente no suele visitar.

 

Piazza dell'Oratorio

 

Uno de esos lugares se encuentra cerca de la Fontana di Trevi, sin duda uno de los monumentos a visitar. Si te diriges desde la Fontana por Via delle Muratte, giras a la izquierda por la calle Via Santa Maria in Via, se llega a un pasaje techado que une las calles Via Marco Minghetti y la Via dell’Umiltà/Piazza dell’Oratorio. Normalmente, al menos hace un par de años, solía estar abierto y lo más normal era encontrarse a alguien tocando el violín dentro, por lo que vale la pena pararse un par de minutos ahí.

 
 

Convento dei Frati Cappuccini

Cerca del centro, en la misma Via Vittorio Veneto, está el Convento dei Frati Capuccini, una bonita iglesia que a primera vista no llama demasiado la atención. Lo impresionante está dentro, en las criptas, ya que éstas fueron decoradas con los huesos de miles de monjes capuchinos, si no recuerdo mal, cuando se trasladó el convento al lugar actual. Es simplemente sorprendente y, hace un par de años, costaba 5 o 6 euros acceder a ellas.

 

Giardino degli Aranci

Jardín de los Naranjos

Por último, uno de mis lugares favoritos en Roma es el Jardín de los Naranjos (Giardino degli Aranci), desde donde se puede admirar una de las vistas más bonitas de Roma. A apenas escasos metros del jardín, en la Piazza dei Cavalieri di Malta hay una puerta que pertenece a la Embajada de Malta (se reconoce fácilmente porque siempre hay gente en la puerta). Lo curioso de ese lugar es mirar a través de la cerradura de la puerta (el “monumento” en sí se llama Il Buco della Serratura), y os puedo asegurar que las vistas no defraudan a nadie.